Cualquier buen agente inmobiliario sabe que cada casa es un mundo, y que, aunque la mayoría coincidan en una serie de puntos (paredes, ventanas, puertas, algún sitio donde comer, dormir y lavarse) a partir de ahí las posibilidades son infinitas. Hay quien se contenta con pintar las paredes de un color inusual, y hay quien busca mucho más. Hemos hecho una lista son algunas de las casas más raras e innovadoras de España, ¿quieres ver cómo son?
Foto de Sandra Pereznieto
Casa Girasol en Gerona
Esto es llevar lo del chalet en primera línea al extremo.
Situada junto al Parque Natural del Cabo de Creus, y creada por el estudio Cadaval & Solà-Morales, el curioso diseño de esta vivienda responde a varias necesidades; busca la luz del día todos los días, a todas horas, aprovechando muy bien la energía, lo que le da el nombre de Casa Girasol. Además, aprovecha al máximo las vistas privilegiadas al Mediterráneo, enmarcándolas en los bordes lacados en negro de sus ventanas, y se integra en la montaña en la que se encuentra.
Por último, la casa está diseñada para soportar los fuertes vientos de Tramontana que azotan la zona, que en ocasiones llegan a alcanzar los 180km/hora, con ventanas que normalmente se utilizan en rascacielos aplicadas a una vivienda unifamiliar. Parece mentira, pero es posible disfrutar del aire libre en esas condiciones gracias al patio trasero al que protegen los muros exteriores de la propia casa.
Y aunque no fuera así, solo por las vistas, casi merece la pena que se te lleve el viento el día menos pensado.
Foto de Wiel Arets Architects
Casa Medusa en Marbella
Con nada menos que nueve metros de piscina infinity en voladizo, esta espectacular casa de Marbella fue creada por el estudio holandés Wiel Arets Architects con la idea de poder disfrutar de las vistas al mar que bloqueaban los edificios contiguos de la mejor manera posible.
Los creadores de la vivienda saben que su piscina es el mejor activo que tiene, y por eso todo el edificio está creado para poder acceder a ella desde cualquier habitación. Además, la cocina cuenta con amplios paneles desde la que se pueden ver a los nadadores, y el patio exterior se encuentra justo debajo de la piscina, donde un techo de cristal crea reflejos turquesa cuando el sol se filtra a través del agua.
Ahora solo nos queda averiguar cuándo van a hacer los dueños una fiesta en la piscina, y cómo conseguir que nos inviten…
Foto de Jesús Granada
Casa del Acantilado en Granada
Seguro que alguna vez has oído de alguien que vive en una cueva, pero probablemente no se parezca nada a esta casa enterrada en Salobreña, creada por el estudio de arquitectura Gilbartolomé.
La vivienda está construida en una parcela con una inclinación de 42 grados, y quiere estar a medio camino entre lo natural y lo artificial, adaptándose a las formas del entorno, pero destacando gracias a su tejado metálico inspirado en la arquitectura de Gaudí.
Por supuesto, será una cueva, pero es una cueva de lujo; con una piscina construida en volado y un sistema de domótica integrado entre otras muchas cosas, esta vivienda es casi un monumento al progreso de la humanidad.
Foto de David Frutos Ruiz
Casa Cruzada en Murcia
Esta vivienda, finalista de dos premios de arquitectura y creada por Clavel Arquitectos, está pensada para el usuario que lo quiere todo; privacidad en su planta inferior, orientada al jardín privado, pero también vistas que no sean obstaculizadas por los edificios que se construyan más tarde, y una orientación que aproveche el sol al máximo.
Así nos queda una construcción de lo más interesante, con la mayor parte del segundo piso en voladizo, como si las dos alturas hubieran sido construidas de modo independiente y alguien hubiera depositado la segunda sobre la primera con una grúa.
Una no puede evitar preguntarse si la inspiración para el diseño vino al ver a algún chaval jugar con bloques de construcción, pero desde luego, el resultado es brillante.
Foto de José Hevia
Casa OE
El uso de esta casa se define como «esquizofrénico» por sus arquitectos, Fake Industries Architectural Agonism y Aixopluc, ya que los clientes buscaban una casa doble para poder trasladarse de una mitad a la otra según su estado de ánimo.
La propuesta consiste en combinar un espacio abierto en la planta inferior donde se pueda disfrutar de los meses cálidos, y un espacio bien aislado capaz de soportar los vientos y la lluvia en la sierra de la Mussara. Así, se cruzan dos modos de construcción tradicionales de la zona; un almacén agrícola y un mas, que es como se llaman las casas de campo en el sur de Cataluña.
La casa es completamente configurable, con puertas de plástico en la planta baja que se pueden plegar para, en cierto modo, abrir las paredes, y amplias ventanas en la parte superior que se pueden cegar gracias a sus persianas de aluminio.
Lo más curioso de todo es que al final, construir la casa costó menos de lo presupuestado.
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